Los sistemas solares fotovoltaicos han ido ganando popularidad como fuente confiable y sostenible de energía limpia. Sin embargo, como todos los sistemas eléctricos, pueden representar un riesgo de incendio si no se implementan los protocolos de seguridad adecuados.
“En los últimos años, los incendios en estas instalaciones se han vuelto más comunes de lo que la gente cree. Son causados principalmente por factores externos y fallas eléctricas del sistema. Entre los primeros, aparecen los rayos y granizo, mordeduras o defecación de animales. También pueden deberse al mal o inadecuado diseño, o a una instalación o mantenimiento incorrectos", explica la experta Yuliana Torrealba.
Torrealba, ingeniera civil por Universidad de Carabobo (Venezuela), con más de 13 años de experiencia en el sector, recuerda que el avance de las llamadas energías limpias implica también un mejor conocimiento sobre su funcionamiento, para evitar peligros incendios.
“Y es que la protección contra incendios en instalaciones fotovoltaicas ha avanzado significativamente. Se han adoptado numerosos productos, entre ellos dispositivos para la identificación predictiva de anomalías, drones y robots con cámaras térmicas para inspección, análisis de microfisuras, o software que transforma cámaras convencionales en sistemas de detección de humo, llama y temperatura”, indica la ingeniera.
Torrealba ha impartido numerosas charlas en el Cuerpo de Bomberos de Venezuela sobre prevención de incendios.
En el caso de los sistemas de energía solar fotovoltaica empieza por asegurarse una instalación adecuada. Esto incluye garantizar una conexión a tierra, que los paneles solares dispongan de un sistema de des-energización manual, un mantenimiento regular, mantener el sistema libre de escombros y vegetación, utilizar sistemas de impermeabilización, mayor distancia entre el techo y los paneles solares y tener disponibles herramientas adecuadas de extinción de incendios.
“Que quede claro que los sistemas solares fotovoltaicos son una fuente confiable y sostenible de energía limpia, pero pueden representar un riesgo de incendio si no se siguen los protocolos de seguridad adecuados. Son una adición positiva a la infraestructura de nuestras comunidades, siempre que se tomen las medidas de seguridad adecuadas”, dice Yuliana Torrealba, exdirectora de Ingeniería en Axxis C.A. (Valencia).
La energía solar fotovoltaica es renovable, obtenida directamente de los rayos solares. Este tipo de tecnología se define como activa, ya que se produce un cambio de energía (en concreto, se transforma la energía solar en energía eléctrica) de forma limpia y eficiente mediante las células fotovoltaicas.
Los sistemas fotovoltaicos en edificios de todo tipo, ya sea residencial o industrial, son una forma moderna y sostenible de producir energía eléctrica en el mismo lugar del consumo, y su aportación se considera clave para llegar al objetivo de edificios de consumo casi nulo.
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