Panamá enfrenta grandes retos estructurales, y es fundamental que la Asamblea Nacional se comprometa con un propósito renovado de trabajar en unidad para abordar estos desafíos. Se requiere de un enfoque centrado en el bienestar nacional, la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas, el fortalecimiento institucional y la búsqueda de soluciones viables y sostenibles.

En ese sentido, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) se está reuniendo con todas las bancadas de la próxima Asamblea Nacional, sin importar sus tamaños. Nuestro llamado es claro y urgente: trabajar en unidad, desde el profesionalismo y con visión de Estado.

Y no se trata de eliminar las diferencias, pues el debate y la diversidad de opiniones son pilares fundamentales de cualquier democracia. Sin embargo, es imperativo que estas diferencias se manejen con madurez y responsabilidad, siempre enfocándose en lo que realmente importa para el bienestar de los panameños.

Los diputados tienen la responsabilidad de priorizar el interés común sobre los intereses partidistas o personales, deben comprometerse con establecer un diálogo constructivo en la discusión de temas, con miras a alcanzar consensos sólidos y políticas públicas efectivas que aborden los desafíos que enfrenta el país y mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Las instituciones de nuestro país han sufrido un deterioro significativo debido a la corrupción y la ineficiencia. La vieja política de división y juega vivo; ha demostrado ser destructiva. Es hora de reemplazarla con una nueva política de colaboración y compromiso con el interés nacional.

Los panameños no merecemos más de lo mismo. Estamos cansados de la política divisiva y de los juegos de poder que ignoran las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Los diputados entrantes tienen una oportunidad única para cambiar el rumbo de nuestro país. Deben asumir su rol con responsabilidad y desinterés, trabajando incansablemente por el bien común.

Panamá exige una Asamblea Nacional que sea un ejemplo de unidad y dedicación. Es hora de que los intereses personales se queden a un lado y que el interés nacional prevalezca. La historia juzgará a esta generación de políticos por su capacidad para superar las diferencias y trabajar en pro de un Panamá próspero, justo y sostenible.

En última instancia, serán recordados como héroes aquellos líderes políticos que actúen con integridad, visión y determinación para construir un futuro mejor para todos los panameños.