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Fabio González: artesano guarareño que promueve una vejez saludable

Con el tiempo fue perfeccionado el pulso de su mano experimentada que recrea en la madera figuras diversas.

Mientras los tambores resuenan y la bandera ondea flamante por la celebración de los 121 años de vida republicana, en el distrito de Guararé provincia de Los Santos, Fabio González, un artesano del programa B/.120 a los 65 del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) hace lo que más le gusta: elaborar y restaurar artesanías que en cada pedazo cuentan la historia de nuestro país.

Fabio asegura que fue un hombre laborioso toda su vida productiva. Pero todos sus trabajos que realizó fueron informales, en ninguno de ellos su patrono pagaba seguro social, por ello ingresó al programa de B/.120 a los 65 del MIDES.

A sus 82 años, este artesano de la tierra del “Chucu Chucu” reconoce que el programa B/.120 a los 65 y el amor por la madera le ayudan a tener una vejez saludable.

El día de este artesano inicia antes que salga el sol con una taza de café. Siempre mantiene una rutina muy sencilla: mantenerse activo con cualquier tarea, por muy sencilla que esta sea. Cree que el sedentarismo, es algo que trastoca la salud, por eso siempre está activo.

Si alguien busca una fascia, un marco para fotos, un tinajero, un traga luz o una repisa de madera de antaño, está casi obligado a visitar el taller de Don Fabio.

La transferencia que reciben trimestralmente significa mucho para él, es la jubilación que nunca tuvo, pero que siempre mereció.

Con la transferencia compra sus alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad. También tiene acceso a los servicios de salud, como parte de la corresponsabilidad que le exige el programa.

Este santeño también es un restaurador. Recorre pueblos en busca de tinajas en desuso, no importa el estado en que las encuentra, él le dedica el tiempo que sea necesario hasta regresarle el brío que una vez lució. Luego le diseña un hermoso mueble donde estas vajillas de barro recobran su esplendor.

Mientras Fabio ojea una de sus tinajas, relata que esta cerámica tenía la función de una refrigeradora porque preserva el agua fría y deliciosa al paladar de cualquier sediento.

Fabio explica que las tinajas son parte de la historia de Panamá. Fueron unas de las primeras alfarerías que se utilizaban en las casas de quincha, que poblaron las regiones del interior del país.

Lo interesante en su arte es que cada pieza es única. Don Fabio elabora en sus artesanías figuras simétricas (que conservan la misma distancia y posición). También es un reciclador. Gran parte de sus piezas provienen de retazos de madera.

Don Fabio diseña casitas de madera, pasa platos, cuadros de ajedrez, cajones y otras piezas. Es un experto en diseñar fascias y tragaluz, piezas que se instalaban en marcos de las casas, pero que hoy poco se utilizan. Y por eso se esmera en diseñarlas.

“Las casas eran construidas con fascias y se colocaban tragaluces en los marcos para que las viviendas siempre estuvieran alumbradas, incluso en las noches claras las casas se mantenían con algo de luz”, explica González.

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