Tras recibir la llamada del Tribunal Electoral, que le anunciaba que era el virtual ganador de la presidencia panameña, José Raúl Mulino se dirigía a sus simpatizantes en su centro de campaña.
"Misión cumplida, carajo", gritó, mientras sus seguidores, inscritos en el partido Realizando Metas, lo recibían con aplausos y vítores. El nuevo presidente ganó con el 34% de los votos (739,799).
Durante su intervención, una de las primeras cosas que hizo fue enviar un saludo al expresidente Ricardo Martinelli, quien se encuentra en la embajada de Nicaragua solicitando asilo tras ser condenado por blanqueo de capitales.
"Mi amigo, misión cumplida, mi hermano", le dijo a Martinelli. Señaló que impulsará un gobierno pro inversión y pro empresa privada, pero que no se olvidará de aquellos que tienen hambre y necesitan agua en todo el país. "Lo vamos a afrontar con decisión y liderazgo", acotó.
"Instalaré la base en busca de una unidad nacional", expresó. En ese sentido, contó que conversó con el candidato de Cambio Democrático, Rómulo Roux, quien quedó en cuarto lugar en esta contienda electoral. Lo invitó a formar parte en los primeros días de su gobierno de la mencionada unidad nacional.
"Este es un gobierno que construiré con las mejores personas de Panamá, vengan de donde vengan", explicó.
"Se acabó esa vaina, carajos, óiganlo bien: se acabó la persecución política, se acabó la manipulación del Ministerio Público, de jueces y magistrados. A partir del 1 de julio, recobrarán las llaves de los candados que los han tenido presos", planteó.
En toda su intervención, el presidente expresó que será un presidente de mucha conciliación respetuosa, que respetará la autonomía de cada órgano del Estado, pero dejó claro que le toca al Ejecutivo "conducir los destinos de la nación".
Aunque señaló que desconoce cómo quedará la Asamblea, dijo que "con todos voy a hablar, a todos les voy a ofrecer la mano amiga (...) Hay que enrumbar la nación panameña como corresponda".
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