Los nuevos trabajadores, agremiados en sindicatos, entre ellos los profesionales de la comunicación social, deberán cerrar filas y unirse para defender sus derechos laborales y sociales, ante la amenaza de una geopolítica mundial cada vez más cruel e inhumana.
Esta fue la conclusión final del Seminario que sobre Sindicalismo del Futuro y Geopolítica Global dictaron especialistas de la Fundación Friedrich Ebert (FES) y el Sindicato de Periodistas de Panamá (SPP), en el marco de la celebración de sus 75 años de fundación.
Anastacio Rodríguez, coordinador regional de la FES en América Central, dejó claro que los trabajadores no son una isla y divididos no pueden intervenir con éxito en el cada vez más complejo contexto internacional.
Refiriéndose al SPP recordó que sus miembros desarrollaron por décadas una memoria histórica que es estratégica y que no puede perderse.
Ello es importante ante retos que los acechan como la eliminación del derecho a huelga, rechazo a la creación de nuevos sindicatos y a la negociación colectiva, pérdida de derechos laborales, y en el caso de los periodistas, persecución, amenazas, despidos, y la pérdida de la libertad de expresión e información.
Enfocando en Latinoamérica, Rodríguez precisó que en países como México y Colombia los periodistas son blanco de crímenes que por lo general quedan en la impunidad: es una profesión de alto riesgo y el Estado no se interesa en cuidar de sus periodistas.
Frente a ello ¿qué recursos tienen los trabajadores? Solos, ninguno; pero el sindicato si lo tiene por la posición que tiene el gremio en el sistema económico. Así mismo, los sindicatos pueden afiliarse a federaciones o hacer alianzas con partidos políticos. Y uno muy importante, su poder de negociación ante las instituciones.
Un aspecto que resaltó Rodríguez fue la participación del sindicato en la construcción del poder popular. Si el pueblo no se organiza, dijo, no podrá hacer frente a las políticas de despojo.
El seminario abarcó aspectos globales vitales que inciden en nuestro devenir. Las guerras cada vez más recurrentes, ya que son un gran negocio; la batalla por los recursos financieros (Estados Unidos vs China); control de las comunicaciones y las emociones; tecnología y bacteriología (pandemias); la voracidad por los recursos naturales y extractivos (agua, minería y petróleo); y las cadenas globales de distribución.
No se dejó por fuera la incidencia que están logrando en nuestros países el cambio climático y las migraciones. El crimen organizado alentado por la corrupción de los gobiernos, el cual se ha constituido en una empresa multinacional.
Durante la exposición también intervino la socióloga Sharon Pringle, de la FES, quien planteó la crisis laboral por la que atraviesa el periodismo nacional. El 52% de los comunicadores se haya sin empleo o trabaja en la informalidad, dada la escasez de puesto provocada por la pandemia y las nuevas tecnologías.
Pringle abogó por la necesidad de que las periodistas mujeres se integren a organizaciones en defensa de sus derechos laborales y sociales tan regateados en la actualidad.
Otro expositor fue el periodista David Carrasco, director de Bayano Digital, quien expuso la dura situación que pasan los corresponsales de guerra y la persecución de investigadores como Julián Assange, quien pagó prisión por revelar informaciones sensitivas de grandes potencias. Por ello, es urgente que se agrupen en organizaciones sindicales en defensa de sus derechos.
Durante el seminario, se invitó a la periodista e investigadora colombiana Claudia Duque, quien expuso las peripecias y peligros afrontados para realizar su trabajo, en medio de la red de corrupción judicial y crimen organizado que permea su patria.
Una exhortación final a todos los periodistas panameños a unirse y recuperar la fuerza gremial del Sindicato hizo su secretario general, Gilberto Gómez, quien lanzó un mensaje: “Salgan del anonimato y asuma cada uno su papel. Dejen el escritorio y vengan a luchar al territorio”.
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