La nueva presidenta del Legislativo, Dana Castañeda, manifestó en su discurso que la Asamblea Nacional, no será la misma, porque se comenzará a construir un nuevo capítulo en la historia, con los desafíos que les demanda el pueblo panameño, tras colocarle la banda presidencial al mandatario, José Raúl Mulino.

“Es por ello, que invito a mis colegas a que escuchen con responsabilidad esa voz, como corresponde hacerlo en una sana democracia, para que no se repitan los sucesos en los que se perdió esa capacidad de escuchar y, por ende, la posibilidad del diálogo, que debieron atender los líderes nacionales de ese momento, sostuvo la nueva presidenta de la Asamblea.

Castañeda destacó que la Asamblea se compromete a discutir y fiscalizar, el presupuesto general del Estado, sin extorsión, ni chantaje, de manera que no existan acuerdos de recámara, ni reuniones secretas, para que sea aprobado de manera transparente.

Planteó que la Asamblea será más productiva y eficiente, y que los 71 diputados están conscientes de reformular el presupuesto, disminuyendo los gastos de servicios no generales innecesarios, en alusión al tema de los alquileres, viáticos, viajes al exterior, entre otros, y revisar las planillas 001, 002 y 172, “De forma tal que el que no trabaja no va a recibir su salario a partir de este 2 de julio”. Sugirió al Ejecutivo que esta reducción importante, que pasará a ser ahorro del presupuesto, pueda ser destinado al Instituto Oncológico Nacional.

Igualmente, resaltó que propiciará e implementará la rendición de cuenta, la transparencia y, a nivel interno, propondrá que se haga una revisión integral del Reglamento Orgánico del Régimen Interno, para que, entre todos y de manera consensuada, se logren los cambios que permitan una nueva y buena imagen de la Asamblea Nacional.

Invitó a los presidentes de los otros dos órganos del Estado a trabajar juntos, respetando las competencias, y así alcanzar el verdadero equilibrio constitucional.

Castañeda planteó que el 5 de mayo, el pueblo con su sabiduría decidió que ninguna representación política colectiva o de libre postulación tuviese la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, una decisión que obliga a todos los miembros de este hemiciclo a entender que solo la unidad en la diversidad del debate franco y de altura, mediante el consenso entre todas las bancadas frente a temas de relevancia en esta cámara, es lo que debe prevalecer para producir las mejores leyes para el desarrollo del país y que beneficien a toda la población.

Agradeció a sus colegas la confianza, la cual será reflejada en decisiones prácticas y en soluciones a problemas que han sido identificados en este parlamento, y que nunca han sido implementadas, postergándose innecesariamente.